Tiene varios usos en la medicina clásica Se utiliza en muy pequeñas cantidades para prevenir y tratar el mareo, las náuseas y los vómitos provocados por los diferentes medios de locomoción. Por su acción sedante sobre el sistema nervioso central, se usa como antiparkinsoniano, antiespasmódico y como analgésico local. Sirve para provocar dilatación de la pupila en exámenes de fondo de ojo. En general, su uso reduce la producción de las glándulas secretoras (saliva, bronquios y sudor). En medicina tradicional se atribuye a las hojas que la contienen, fumadas, calmar o suprimir el asma. En algunos países se usan semillas que la contienen como alucinógeno. Debido a la alta toxicidad de los alcaloides que contiene, es preferible no usarla en dosis alopáticas. Se administraba junto a la morfina como analgésico en los partos, pero posteriormente se abandonó al verse implicada como factor causal en la tasa excesivamente alta de mortalidad infantil.
Una persona que ha sido dopada con escopolamina puede reconocerse porque se disminuye la secreción glandular, la producción de saliva se suspende produciendo sequedad de boca, sed; hay dificultad para deglutir y hablar; las pupilas están dilatadas con reacción lenta a la luz, visión borrosa para objetos cercanos y puede existir ceguera transitoria. Se registra taquicardia que puede estar acompañada de hipertensión. Es característico enrojecimiento de la piel por vasodilatación y disminución de la sudoración, brote escarlatiniforme en cara y tronco y alza de la temperatura corporal que puede llegar hasta 42° C. Causa dilatación vesical con espasmo del esfínter retención urinaria.
También causa pérdida temporal de memoria, somnolencia y se puede asociar con el sonambulismo ya que la persona drogada no recuerda lo que realmente hizo mientras estaba drogada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario